Alejandra’s Substack

Alejandra’s Substack

Share this post

Alejandra’s Substack
Alejandra’s Substack
Una búsqueda infructuosa.

Una búsqueda infructuosa.

Relato 44: Libre

Avatar de Via_Liz
Via_Liz
ago 28, 2024
∙ De pago

Share this post

Alejandra’s Substack
Alejandra’s Substack
Una búsqueda infructuosa.
Compartir

Había pasado gran parte de mi vida buscando aquel lugar mágico al que llamaban paraíso, desde muy pequeño se me había implantado la idea de que existía este misterioso lugar donde había comida y agua infinita. Desde esa edad me decidí a buscarlo, pues casi tan pronto como nací, me sacaron del nido.

Viaje por medio de trigo durante gran parte de mi vida, esquivando depredadores, acurrucándome en las frías noches de agosto y volando incansable hasta encontrar el paraíso. Me alimenté de pequeñas flores amarillas que aparecían en mi recorrido y por ellas mismas estuve al borde de la muerte 2 veces en el camino.

Sin embargo, continúe apresurado hasta que un día desconocido llegue a un lugar en el que la vegetación parecía haber sido arrancada, una línea estrecha que parecía indicarme por dónde debía ir.

Seguí aquel camino extraño por una o dos horas hasta que el camino se separó en dos, uno seguía recto y el otro llevaba a una de roca colinita de rocas y árboles, parecía ser un bosque, pero no pasaba de la altura de un roble y su área no parecía superar a un lago.

Los pensamientos de ese mini bosque se esfumaron en cuanto me llegó un olor dulce y cálido, ¿podría ser ese el paraíso? No pensé mucho y sobre volé la pequeña pared que lo rodeaba, seguí el aroma y me acerque a la flor que lo estaba dispensando ese olor tan delicioso, una flor café con rojo que me llamaba, me puse con cuidado sobre ella y frote mis manos para empezar a comer; sin embargo, algo pasó peligrosamente sobre mi cabeza, me aleje volando hasta que tuve una vista completa de lo que me había asustado.

Un animal, era claro, quizá esa era su comida y debía ser bastante territorial, lo respetaba. Pase de esa flor y me fui a posar en otra, una que tenía un color transparente y un olor salado, esta flor parecía más líquida que la primera así que me puse con cuidado en uno de los pequeños sólidos que flotaban en ella, de pronto otra vez el animal me espanto mientras otros 2 animales producían ruidos fuertes, quizá el bosque del paraíso era su territorio y aunque nunca hubiera conocido animales tan territoriales, decidí irme de él y encontrar otro.

Estaba volando hacia afuera cuando una suave llovizna empezó a caer sobre mí, el aire se volvió ácido en segundos, mi respiración empezaba a escasear, era consciente de que no podía seguir volando en mi estado así que busqué un lugar donde descansar, logre divisar una bella manzana en la cual me pose delicadamente, el color del trigo regresaba a mi memoria con tanta vividez que parecía estar reviviendo mi infancia, el ruido y el movimiento se acumulaba enfrente de mí, no obstante, mis ojos cansados se cerraron tan rápido como se había abierto al nacer y el ruido desapareció dejándome la pura paz con la que siempre había vivido.


Hola, ¿cómo que hoy no es martes?, obvio que lo es.

Jajaja, relato 44, estamos en la recta final y parece que me está afectando, pero aquí está “Una búsqueda infructuosa”.

Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días

Suscríbete a Alejandra’s Substack para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.

Already a paid subscriber? Iniciar sesión
© 2025 Alejandra Rangel
Privacidad ∙ Términos ∙ Aviso de recolección
Empieza a escribirDescargar la app
Substack es el hogar de la gran cultura

Compartir